miércoles, 21 de abril de 2021

 GLORIA ÁLVAREZ, ANTONELLA MARTY Y  EL T-800 (NUESTRO AGRADECIMIENTO)

(A propósito de la nota publicada por Marty en Infobae)


Por Cristián Rodrigo Iturralde


            Siempre me han dicho mis padres que reconocer los errores propios y pedir disculpas es un acto de hombría y responsabilidad que indudablemente nos enriquece como seres humanos. Sí, es cierto que no siempre es sencillo llevar tal enseñanza a la práctica, pero por algún motivo que desconozco hoy me desperté en modo zen e introspectivo -desprendiéndome de las ataduras fachotestamentarias- y comencé a pergeñar un proceso de honda autocrítica que me ha llevado a este momento decisivo, donde reconozco ante mis hermanos que he cometido la imprudencia e injusticia de haber prejuzgado gratuitamente a la destinataria de esta notícula. 

      Ergo, nobleza obliga, ofrezco públicamente las disculpas del caso, pasando seguidamente a agradecer el enorme servicio prestado al conservadurismo y al patriotismo por doña Antonella Marty, siguiendo aquí los pasos de su insigne mentora Gloria Álvarez. Incluso iría más lejos. Como están las cosas, me animaría a decir que están a dos minutos de ponerse la remera de Ricardo Corazón de León o de Edmund Burke. 

       Tal vez la explicación a tal impensado fenómeno podamos encontrarla en lo que popularmente se conoce como «síndrome de Helsinki o Estocolmo», es decir, en la reacción psicológica que se produce en ciertas víctimas de abusos, identificándose afectivamente con el propio agresor. Resulta factible que las palizas intelectuales públicas recibidas por la dupla fantástica de parte del patriarcado hetero-normativo (o, en buen romance randiano, del fascioniponazifalangismo) haya terminado por generarles a nivel consciente o inconsciente cierta simpatía por sus victimarios. 

      Esto es una explicación viable, aunque no la única. Otra posibilidad es que haciendo caso al refranero hayan decidido unirse voluntariamente con aquellos que no pueden vencer, para así -a lo menos de rebote- poder sopapear a algun arbusto. Sin embargo, me inclino particularmente por una tercera teoría mucho más sencilla y cara a la vanidad de nuestras contertulias, que asegura que su defensa del conservadurismo es completamente involuntaria y se debe a una clara deficiencia cognitiva; lo que en buen criollo significa que no les da la cabeza.  

       Remito, por caso, al artículo publicado por la mentada autora en el diario Infobae el día de hoy bajo el título «Los peligros del nacionalpopulismo» (Cfr. https://www.infobae.com/opinion/2021/04/20/los-peligros-del-nacionalpopulismo/), que analizaremos líneas más adelante, finalizando este breve prefacio.